MUNICH

Esta película dura seis horas y se trata de un grupo como Los Magníficos que anda matando terroristas y que aunque es de día, parece que siempre fuera de noche porque el mensaje es tan tenebroso. La película es muy vigente porque habla de cosas que ocurrieron hace treinta años pero con actores de hoy en día, como Hulk, James Bond, el pololo de Amelie y el abogado de JFK. Ahora que lo pienso, este grupo es mucho mejor que Los Magníficos, aunque no tengan a Murdock ni a Mario Maraco. Hulk se ganó el Oscar porque llora cuando se acuerda de su hijo y se toma la cabeza antes de hacer algo malo, como matar a algún terrorista, y sufre porque es bueno en el fondo, y también porque la venganza mata el alma y la envenena, aunque los malos hablen en idiomas que no conoce nadie y que suenan como si fueran inventados.

La película también habla del racismo, pero esta vez el racismo no es con los negros, sino con los judíos, que son los negros de Europa, y que siempre andan en mala con los árabes, y acá andan tan en mala que no sólo se andan diciendo “narigones” o “anda a agarrarte un camello”, sino que además se ponen bombas en las camas y se ponen brígidos heavy. Pero heavy. No se ponen de acuerdo en nada, ni siquiera sobre si escuchar música de kibab o la banda sonora de Pulp Fiction.

El director de esta película es el mismo de Mi amigo Mac y se ha ganado como cien Oscars porque es un genio y es amigo de Peter Jackson, el director de Star Wars. Esta película es la mejor película de la historia del cine y le doy mil estrellas porque es muy sangrienta y porque se ven las torres gemelas, y no sé cómo hicieron eso, si la película es de este año.

© Hermes.