miércoles, marzo 08, 2006

KING KONG


Esta debe ser la mejor película de la historia del cine. Tiene de todo, y dura como quince horas, así que además es la que da más tiempo dentro del cine por la misma plata, y eso es bueno, a no ser que detrás de ti haya un huevón ronco bueno para explicarle todo a la polola idiota, comer pochoclo, hablar por celular y patearte el asiento como si ganara comisión por cada centímetro cubico que te hincha las pelotas.

La película está basada en un libro famoso y aunque ya se había hecho antes cuando la gente veía en blanco y negro, ahora sí que es la verdadera. Está dirigida por el mismo señor que hizo la trilogía de Star Wars, que también está basada en un libro famoso que escribió alguien cuando no habían efectos especiales y no le quedaba otra. Este director tiene barba y usa lentes, y cuando habla se pone muy serio y explica cómo se hizo todo, lo cual es bueno, porque así da el ejemplo y los estudiantes de cine quieren ser como él, aunque digan que no y lo acusen de “vendido” porque es millonario.

Antes de dar la película dan un corto sobre no robarse las carteras, los celulares, los autos ni nada porque robar es malo. Aquí el video CD como que se chingaba, así que tuve que soplarlo para arreglarlo. Después todo flor. La película parte con unos logotipos y letras que dicen quién hizo qué, y después vemos un poco de la ciudad para entender que es la época antigua, cuando la gente era más tonta, bailaba bailes ridículos, veía monitos animados en cámara lenta y todos eran abuelitos.

En esta parte uno puede dormir, y es bueno hacerlo, porque después hay tanta bulla que no se puede.

Cuando desperté ya estábamos en la isla, que es igual a los bosques de Star Wars (es del mismo director) pero sin gente de orejas puntudas, ni arcos ni flechas. Hay otra parte fome en que los personajes se andan paseando con cara de nunca haber visto una isla, pero ahí empieza lo bueno porque la isla es la más alucinante que existe en el mundo. Hay caníbales, momias atletas que saltan en garrocha, lava, esqueletos de gigantes, polillas gigantes, árboles gigantes, dinosaurios gigantes y un mono gigante que se hizo con efectos especiales modernos, y que no es real, así que no hay que asustarse, aunque a veces muestra los dientes, que también son gigantes.

En esta película todo es gigante, menos la gente.

El mono se enamora de una minoca que está más o menos no más y que salía en esa película de terror donde la niñita de pelo largo se enojaba con todos y se dedicaba al comercio pirata.

Como la minoca es rubia le gusta de inmediato al mono más acostumbrado a comerse a las negras que ni los caníbales querían, así que imagínense. Y se lleva el mono a la rubia a la isla a pasear, sin saber que todos van a querer quitarle a la minoca y que de ahí en adelante todo mal, porque todos contra el mono como si él fuera el malo de la película cuando en realidad es el bueno y por algo sale en el poster.

La película tiene un lindo mensaje y es que a los monos hay que hacerlos reír, pero a los dinosaurios hay que matarlos. Mil estrellas.

© Hermes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermes, en realidad tienes talento y haces reir (Me salieron lagrimitas de pura risa). No se por qué, pero tu estilo me recordó al de Papelucho. Y ahora me dieron ganas de leer papelucho después de como 15 años.
Ah, ojala en verdad seas un adolecente como de 13 y no un viejo decrépito que se hace pasar por puber. Sería frustrante.

Kao.

Jaime Bakulic dijo...

Pelmazo soycool... esa es la idea, también son chistes...

O sea...