El viejujo cara de chicle.
Hace ratito que mi vieja me estaba pidiendo que le arrendara esta leserita de la última del Rambo (la cuatro), porque cada vez que ve al cara de chicle del Rocky se le hacen corazoncitos en los ojos, aunque a mi viejo no le dice nada y se hace la lesa. La tengo cachadita. Total, qué tanto que le guste el compadre a la pobre vieja, si en gustos no hay nada escrito. Y le gusta mi viejo más encima (se supone) que en comparación hace que Rambo parezca Brad Pitt, y Brad Pitt, Jesús el Lazareno (antes de que lo agarren los malos, cuando le sacaron las fotos los mormones para la Biblia y sale todo mino y doradito). Por lo menos le gusta el Rambo y no el Arjona como a la mamá del cabezón Gutiérrez, que siempre se achaca cuando su vieja se pone a cantar la canción del taxista de las cuatro décadas y le sube el volumen a la radio del auto cuando nos lleva al MacDonald’s.
Pero bueno, esta crítica es de Rambo (la cuatro), que en realidad se llama RAMBO (a secas), y es el medio atado porque estuve viendo en la world wide winternet y resulta que las otras películas de este perico se llaman así (advertencia: es más enredado que no sé qué):
La uno se llama FIRST BLOOD.
La dos se llama FIRST BLOOD PART 2: RAMBO. No se llama SECOND BLOOD ni FIRST BLOOD RETURNS. (Giles)
La tercera se llama RAMBO III (cáchate) ¿En qué quedamos? ¿No tendría que ser FIRST BLOOD PART 3: THE RAMBONING? ¿O SECOND BLOOD PART I: RAMBO BRITE?
Y para más remate como les dije esta (la cuatro) se llama RAMBO (pelado), así que filo. De ahora en adelante yo le voy a decir EL VIEJUJO CARA DE CHICLE DEJA LA MANSACA. Y qué fue.
Aquí voy a tener que repetir lo que vengo diciendo hace ratito y que más de alguien me ha mirado feo porque uno es vanguardista y tiene opiniones rupturistas. No estoy ni ahí con el qué dirán, aquí va: RAMBO UNO (FIRST BLOOD) es A TODA ZORRA. En serio (para qué voy a estar engrupiendo). Yo le habría dado cualquier Óscar y no habría hecho ninguna película más para no embarrar la magia, porque la lleva con cuática.
La uno (maestra) se trata de un compadre cabezón con ojos de pena (el John no sé cuánto) que llega a un pueblo gringo equis después de la guerra de Viet Nam (un país chino), buscando a la familia de su amigo que murió para entregarle a la mamá la típica cadenita con la placa de perro y/o la fotito arrugada con sangre y/o el reloj, y/o qué sé yo. Ustedes saben. El típico cacho que deja el amigo milico cuando se está muriendo. Y el otro para que después no lo anden penando los muertos, parte.
Hasta que le sacan los choros del canasto.
Pero como el compadre anda todo traumado por la guerra y no pesca y tiene pinta de pato malo, el carabinero del pueblo lo empieza a basurear de lo lindo. Primero lo trata de cesante, después se ríe de la peinadita, le dice que está más hediondo que peo alemán en San Antonio y le saca la madre, etc.
Y por si fuera poco después se lo lleva preso a pito de nada, y mientras más se resiste el traumado (y con razón), más se enoja el carabinero, y más la escoba queda. En una parte al traumado lo quieren afeitar a la fuerza y el compadre tiene unos flashpacks heavy de la guerra, porque en Viet Nam los chinos mala onda le hacían lo mismo, y ahí el pobre traumado empieza a repartir patadas sin cachar que son los carabineros, y ahí sí que la embarra porque a los carabineros si hay algo que no les gusta es que los agarren a patada limpia. (Ellos son los que reparten y no les gusta que les correspondan, así que ya saben)
Después de eso el traumado se escapa al bosque, se hace una capa con un saco, se come un jabalí igual al de El Rey León y es capaz de hacer las medias trampas con un clip y una rama seca, porque es maestro. Los carabineros le echan más y más carabineros y él cada vez se pone más brígido, y así sucesivamente.
Lo bueno de esta película es que se trata de un perico que en el fondo lo único malo que hace es agarrar papa con el carabinero que le saca los choros del canasto, y que quedó para el gato por la guerra. O sea, uno le tiene lástima y al mismo tiempo lo pasa mal con la escoba que queda, y dan ganas de ir y decirles que se den la mano y se dejen de tontear, que hay que dar la otra mejilla, etc.
A mí esas películas de acción me gustan más que las otras, porque uno se urge, y cuando pasa algo terrible se arruga entero y después se emociona, y al final el compadre se manda la media actuación cuando por fin se pone a llorar y le cuenta al milico jefe (uno que tiene boina y medallas) todos sus dramas. Cuando llora se le caen las babas y se pone feo, además, y eso es lo que hacen los grandes actores, como el bigotón de Petróleo Sangriento, o Bodenhoffer.
Uno siente lástima del compadre y también siente que la guerra es mala, y que la violencia nunca es buena y mata el alma y la envenena. También hay que decir que en la película uno se muerde las uñas todo el rato y que apenas mueren dos (2) personas. ¿Cómo no va a ser maestra? En resumen, vayan a arrendar RAMBO (LA UNO) y si quieren regalármela me la mandan no más, porque la tenía pirateada pero la perdí, y es la zorra.
Bueno después de esta se pusieron lateros eso sí, y se les olvidó todo lo bacán de la película, y lo único que hicieron fue mandar al mismo personaje a rescatar soldados a alguna parte con selva, chinos, explosiones y pantanos. El compadre ya no era tan traumado y tenía armas bacanes como un arco con una flecha con bombas en la punta (ahí quedaste, Legolas y Robin Hood), o una bazuca a toda raja que disparaba metralletas que tiraban balas con granadas o algo así.

Con una de sus bazucas cuáticas.
Y llegamos a la última RAMBO (la cuatro) que es como cien años después, y con el compadre todo guatón y lleno de venas, pero con los medios brazos y sin Alzheimer, porque todavía sabe dejar las mansacas. Al principio de la película ponen imágenes de las noticias de la guerra de verdad y uno se frunce entero porque nada que ver poner negritos con mosca y muertos, encuentro yo, pero me gustó porque de entrada refuerzan eso de que la violencia es mala.
Incluso el traumado mismo trabaja cazando culebras y vendiéndolas a los chinos mala onda. Tiene un bote piñufla y pesca pescados (no va a pescar mandriles po) con el arco y la flecha, porque es bacán. Las flechas no tienen bomba, eso sí, porque quiere comer pescado frito, no omelette de pantano.
Después llegan los típicos gringos giles que quieren ir a un campamento a salvar negritos con mosca, y le piden a él que los lleve, pero él no tiene nada que ver con monos y les dice que chao, y se resiste, porque no quiere meterse en tetes con los chinos mala onda, por lo menos hasta que le saquen los choros del canasto y así uno aplaude cuando aparece con la metralleta disparando en cámara lenta.
Los chinos mala onda son lo peor en todo caso, y hay una parte en que sinceramente se fueron al re pork. Están los gringos de lo mejor sirviendo arroz y haciéndole clases a los chinitos chicos, cuando llegan los chinos mala onda y a pito de nada empiezan a disparar/volar/acuchillar/quemar/basurear TODO lo que tenga cabeza y cuerpo, por separado o en conjunto. Vuelan piernas, cabezas, cabros chicos, cabros grandes, cabros tontos, todo. En una una vieja va de lo mejor corriendo y de pronto es una mancha sangrienta en el suelo con pedazos de ropa. En otra no caché pero saltaba la sangre así que todo mal.
En fin, que el traumado termina choreándose (cualquiera en todo caso) y después termina pasando lo mismo que antes vimos y que nos dio rabia, pero como ahora es con los chinos mala onda uno aplaude y lo pasa chancho.
Se lo merece.
Creo que en esta película sale pura selva, pantano, y vamos matando gente. Las metralletas tienen balas del porte de una Bilz de litro y medio así que los chinos mala onda quedan como esas pinturas redondas de Fantasilandia, y creo que mueren como setenta personas por minuto, pero como dije antes, cuando son malos está bien ser ultraviolento y dejar la escoba, porque la violencia es subjetiva, y eso es universal.
A mí mamá le gustó esta película, pero a mí me dio un poco lo mismo. Encontré que aparte de las medias mansacas no tenía mucho pino la película, pero igual me gustó que fuera todo en serio y que no hicieran chistes estúpidos onda “Oh, estoy entero viejo” o “Not again!” y las típicas cabezas de pescado. Esta se toma en serio y eso hay que premiarlo, así que igual véanla si les gustan las metralletas y las explosiones.
También estaba mi abuela viendo la película con nosotros, pero últimamente le ha dado con tirarse chanchos para el campeonato y no sé si la disfrutó mucho. Mi mamá dice que es porque es viejita y porque es nerviosa, así que uno tiene que hacer como que no escucha, pero para qué me voy a hacer el leso, si igual me anduvo embarrando la película. Por cada ¡Bang! o ¡Aaargh! que escuchaba, me llevaba sus buenos Buurrp o Grrruelp de yapa, y así ni el Ciudadano Kane se aprecia, encuentro yo.
Un saludo para mi abuelita.
Pero bueno, igual por lo menos sirvió para unir a la familia y me gustó esa parte en que Rambo pone una bomba atómica en la selva (en serio) así que todo bien. Once millones ciento tres mil quince estrellas.
Y esta semana estrenan la última del Indiana Jones. ¡La zorra!
© Hermes
EDIT: A todos los amigos buena onda que me han escrito mails pidiéndome mi dirección para mandarme el DVD de Rambo (la uno), les doy las gracias y les cuento que no se preocupen más, porque me lo acabo de comprar hoy día en el paseo Las Palmas. Así que buena onda, y gracias chiquillos, se pasaron.