OCTUBRE DEL TERROR: MARTIN (1977)

Siguiendo la locura del terror les traigo hoy día la minicrítica de una cuestión llamada Martin, que bien podría llamarse El Vampiro Flaitongo: The Movie, porque se trata de un flacuchento picante que es vampiro, pero no salva a nadie y no tiene ni uno.

De entrada no tiene castillo, ni carruaje de Conde Vrolok, ni bastón cuico. No es estiloso tampoco (anda vestido con pura ropa americana), es medio loser (para engrupirse a una mina le hace magia con un truco de esos que venden en la feria), y ni siquiera tiene colmillos (tiene los dientes para el gato, de hecho, y en una parte se pone colmillos plásticos, también comprados en la feria). Lo único que tiene de vampiro es que es medio paliducho y que, claro, anda chupando sangre.

Los sacó de una sorpresa del cumpleaños.

¿Y cómo chupa sangre si es loser y no tiene colmillos?, se estarán preguntando ustedes. Pues el penca del Martin tiene que hacer los medios atados cuando sale a comer afuera, principalmente porque no tiene poderes para hipnotizar a las minocas y que le pongan el cuello. Así que obligado a clavarles inyecciones con calmantes a las pobres comadres, y rogarles que no hagan escándalo (jajjajja, el loser). Después las tajea con una Gilette, y se zampa la sangre directo del tajo. Finito el amigo.

(Lo que sí tiene de vampiro, en todo caso, es la típica onda apestosa de comer y mancharse entero. ¿Han cachado que los vampiros cuando toman sangre desperdician más de la mitad de la merienda abriendo la boca para que les chorree la sangre y les saquen la foto posera? Mala onda, vampiros, es pecado desperdiciar comida y hay vampiros que no tienen qué comer en Etiopía, así que tomemos conciencia, ¿ya, vampiros?)

"Se colocan inyecciones, tratar con el Vampiro Flaitongo".

Al principio de la película el Vampiro Flaitongo viene viajando en tren, y llega a pecharle casa a un viejujo que es igualito al abuelito Bombo Fica de Jurassic Park, y que es un pariente suyo que sabe que él es vampiro, porque el vampirismo es como una maldición de familia (en mi familia la maldición es la gente con nariz de tucán, pero yo me salvé). Este Abuelito Bombo Fica no es buena onda en todo caso, es entero amargado y odia al Vampiro Flaitongo, y siempre lo está amenazando con clavarle una estaca, y le muestra cruces y le grita “¡Nosferatu!”, que es otra película de vampiros y que seguramente es como una ofensa para ellos, porque Nosferatu era horrible. (Debería gritarle “¡Twilight!” o “¡Pimpotech!” si lo que quiere es ofenderlo, encuentro yo).

El Vampiro Flaitongo hace hartas cosas chistosas en todo caso, como hacerse pasar por sordo para machetear (entero loser), o ponerse a trabajar en un almacén para juntar plata para el castillo. También en otra parte llega a chuparle la sangre a una mina que él jura está sola en la casa, pero la pilla con el amante y puro atado (guaja).

Este nada que ver en todo caso (nunca tan flaitongo)

No sé si es de terror esta cuestión, porque aunque tiene vampiros (más o menos), sangre (caleta) y algunas escenas en que uno se pone nervioso y se come las uñas, en general no tiene ninguna escena así de terror-terror en que uno diga Ándate Cabrito. Hay algunos flashpacks en blanco y negro en que se ve que al Vampiro Flaitongo le están haciendo un exorcismo, pero no pasa nada bacán y uno queda rascándose la cabeza.

Mi parte favorita de tensión (casi terrorífica) es esa que les dije en que el vampiro pilla a la comadre con el amante. El amante jura que el vampiro es el marido y le pide hasta disculpas, pero la minoca grita que nada que ver y que no sea gil, que es vampiro. Después no quieren llamar a los carabineros para que no los pillen y hay puro griterío y atado (bacán).

Traqueotomía Hospital de Talca Style.

También me gustó una parte en que el Vampiro Flaitongo anda arrancando de los carabineros, y se encuentra en un callejón con el típico negro cafiolo de las películas. El negro cafiolo le echa la foca, pero cuando ve que vienen los carabineros persiguiendo al vampiro, saca una pistola y se pone a dispararles a los carabineros a pito de nada (los cafiolos son violentos). Es bacán también porque en esta escena uno de los carabineros es idéntico al Señor Barriga, y uno está esperando que le diga al cafiolo “tenía que ser el CHAAAvo del Ooocho” (pero no pasa, sorry) (spoiler).

La escena más terrorífica de esta película, ahora que lo pienso, es cuando muestran la pieza del vampiro y hay una muñeca antigua con ojos satánicos. Más encima el camarógrafo le hace unos primeros platos terroríficos a pito de nada a la muñeca, y uno queda para dentro. (Malditas muñecas antiguas no más).

Ya no hará más burbijitas (spoiler).

Es entera rara esta cuestión (por si no se cacha), pero uno lo perdona porque es del año uno, y porque es de George Ramero, el mismo peliculasta que hizo La Noche de los Muertos Vivientes (maestra), así que puede hacer lo que quiera y uno igual lo va a respetar. En el fondo yo cacho que igual la encontré buena porque es original, porque no me esperaba lo que iba a pasar en el final, y porque uno queda con la duda si el compadre en verdad era vampiro, o si era loco no más (spoiler). Así que si quieren ver vampiros originales, apliquen Martin no más con confianza. Cuarenta y cinco millones siete mil cuatro estrellas, y un Farkas Award al Vampiro Pobre por ser tan emprendedor. Hasta lueguito.

© Hermes Antonio, el crítico famoso que cree en el derecho de todos al vampirismo.