OCTUBRE DEL TERROR: DEAD SNOW

Como si los zombis no dieran suficiente miedo, un peliculasta noruego pelmazo va y se manda una película con zombis ¡Nazis! Tal cual. Se trata de los típicos giles apestosos y califas que se juntan con las minocas y parten a una cabaña en la nieve a jaranear, con tanta mala suerte que en pleno carrete aparecen los zombis Nazis a dejar la grande y a recuperar su oro, porque esta película es de esas de monstruo materialista, igual que The Fog, Leprechaun y Ricky Ricón.

¿Y cómo se sabe que los zombis son Nazis? Bueno porque andan con el uniforme típico de soldado, porque todos tienen ese escudo rojo famoso que es como pieza de Tetris mutante, y finalmente porque sale en la carátula.

La Vida es Bella 2: Arranca, Principessa.

Yo nunca pensé que los zombis podían ser racistas, pero con zombis Nazis ya no hay nada que hacerle. Se juran los dueños del cementerio, y quieren eliminar a todos los zombis de razas inferiores. Claro que siendo zombis igual debe ser más difícil cachar quién es judio, negro o chilensis porque los zombis se pudren y se ponen de otro color, se les caen las narices, los ojos se les ponen azules a todos, e incluso se les alisan las mechas tiesas de sudaca. Así que imagínense lo mal genios que andan estos zombis, sobre todo cuando leen en LUN noticias de Neo-Nazis flaitongos chilensis (lo peor).

También debe ser charcha ver Thriller si uno es zombi Nazi, porque el líder de los zombis es negrito y te encargo el odio. O también debe ser charcha resucitar y ver todos esos videos chistosos de YouTube en que Hitler se entera de puras cosas que lo hacen gritonear al resto y echar pericos (jajjajja, son lo mejor). Bueno la cosa es que es que es difícil ser un zombi Nazi, y por los gruñidos de perro y lo malas pulgas que son en esta película, se nota.

"Herr Kommandant, queremos hacer angelitos de nieve" "Bueno ya".

También se creen los jaguares estos zombis, porque a diferencia de los otros zombis caminan de lo más normal, y hasta usan herramientas como largavistas, cuchillos, y cascos, porque tienen clarito cuál es su punto débil (el cerebro). O sea, ni comparado con los zombis analfabetos monguis de Dawn of the Dead, que son tan giles que en una parte llega uno a pararse debajo de la hélice de un helicóptero y por pajarón queda con la cabeza de pocillo.

Así que en resumen, zombis Nazis = La zorra. Lo único malo es que en esta película se enfrentan a unos protagonistas enteros pelmazos que no salvan a nadie. Son como siete, incluyendo un nerd que trata mal a su polola, un compadre todo bonito y winner (pelmazo), y finalmente un guatón bueno para las películas que deberíamos echar del sindicato al tiro por apestoso. Está todo el día hablando de películas y aunque una minoca hot le hace ojitos todo el rato, él nunca se da por aludido y sigue hablando tonteras non-stop (es muy mermelada).

La mirada penetrante.

La cosa es que están de lo mejor todos ellos cuando llega a la cabaña el típico viejito de las películas de terror que advierte que va a quedar la mansaca, pero al que nadie toma en cuenta porque siempre son enteros apestosos para advertir, y se ponen a gritar, y a insultar, y dan ganas de echarlos cascando. Acá no es la excepción, y a todos se les olvida la advertencia apenas lo echan a la nieve. Pero el viejito tiene razón, y pronto aparecen los zombis Nazis a hacer cosas sangrientosas con todos los pelmazos (imposible no estar de parte de los Nazis).

No les voy a contar nada más porque de eso no más se trata esta película. Los pelmazos arrancan y tratan de sobrevivir, y los zombis Nazis los persiguen y tratan de matarlos. Hay partes en que quiere ser chistosa a lo Shaun of the Dead pero yo diría que de todas las tallas, el 87.9% sale con efecto cri-cri, el 10.1% sale con efecto jajajá, y el 2% restante no sabe/no contesta.

Faltó Activia.

Y como bien me dijo mi amigo el Cabezón Gutiérrez, lo mejor de esta película es todo lo sangrientoso que pasa, que hay que reconocer es bien a toda zorra. Mi parte favorita sangrientosa es lo que le hacen a uno de los personajes pelmazos cuando entran los zombis por la ventana (guacátela). O esa otra parte en que un compadre cuelga de un precipicio agarrándose de la tripa que le sacó a un zombi Nazi (jajjajaja).

Tiene como tres escenas medio plop, y algunos efectos especiales ordinarios, pero en general es bien entrete y pasa rapidito, aunque si me preguntan a mí, yo encuentro que se farrearon las oportunidades que tenían de hacer algo más bacán con los zombis Nazis. Por ejemplo, en ningún momento aparece zombi Schindler a pasar lista y salvar a los pelmazos. Tampoco llevan a los giles a un campo de concentración zombi (habría sido la zorra), y nunca aparece zombi Indiana Jones a patear trastes. Ahí sí que habría sido obra maestra.

¿Desea agregar un McSundae? Bueno ya.



Ñam.

Bueno para terminar me gustaría sugerir algunas ideas (gratis) para que sigan haciendo películas de zombis originales y cuáticas como esta:

a.- Dead Padres (Zombis Curitas): Son puros curitas y monjitas, y cuando la gente hace la fila para comer galletitas gratis en misa, zuácate, les llega el zarpazo. Comen puros cabros chicos.

Farellones no salva a nadie.

b.- Dead Hippies (Zombis Artesanos): En la feria artesanal de Bellavista, los puros hippies se vuelven zombis, y empiezan a perseguir a los que preguntan cuánto valen las conchitas y los alambritos pero nunca compran nada (todos). Atacan con lámparas horribles y con los cuadros de madera de Che Guevara.

c.- Dead Longis (Zombis Flaites): Se hacen chasquilla con gel, escuchan Daddy Yankee en el celular en el cementerio, y sólo se comen a las minocas que andan con botas blancas.

Eso le pasa por irse por las ramas.

Ya, eso sería. Iba a nombrar más zombis pero me dio sueño, así que me voy a ir a acostar. A esta película le doy, eh… Setenta y ocho millones seiscientas mil veintidós estrallas, además de un Roger Rabbit Pareja Falsa Award para la pareja formada por el guataca loser y la minoca hot. ¿Cuándo iban a pescar a ese guataca, mucho menos una minoca hot? Te creo el guataca hubiera sido encantador como Hermes (yo), pero nada. Pésimo el guataca. Ya, me voy, chao.

© Hermes Antonio, el crítico guataca encantador (ejalé).