Antes de ir a la crítica a la Zona, les cuento algo para explicar por qué no he escrito más críticas famosas maestras aquí en el blog (ídolo), aparte de las de la Zona. Tiene que ver con los piratas también, así que es relevante, ya.
Resulta que no he visto ninguna película aparte de las que me mandan a ver porque he estado viendo 24 como loco, y todo por culpa de mi amigo el tongua Carlos Javier, que es pirata, pero no del caribe.
No me dijo nada el tongua y me prestó seis DVDs pirateados escritos con su letra toda piñufla ("24, primera temporada, disco 1, 2, etc" decía, y le había agregado dibujitos de él con las medias pepas para entusiasmar). Yo miré los discos y él no me dijo nada y no más me levantó las cejas así como diciendo "¿ah? ¿ah? ¿ah?".
Me dio lata decirle que no estaba ni ahí con sus DVDs piratas, así que me los llevé a mi casa y los tuve en un cajón como siete meses antes de finalmente meter uno porque se me cayó el cable. Lo único que voy a decir por mientras es que 24 debería llamarse RE ÁNDATE CABRITO: THE SERIES porque cada vez que quiero dejar de verla termina el episodio y pasa algo que me deja tan para dentro que se me olvida respirar y mi mamá aparece y me reta porque estoy rojo y dice que tengo que ir al psiquiatra, porque no puedo ser tan gil.
A todos los que me dicen que haga crítica de series les cuento que voy a empezar con 24 porque no me queda otra, si no he visto ni una película. (La dura).
Pero bueno, ahora vamos con la crítica a esta que sí vi el otro día con puros críticos famosos y fomes. (Me miran feo siempre porque los pelo, y porque llego a las funciones con cabritas compradas afuera. ¿Qué quieren, que vea películas sin cabritas? ¿Dónde la vieron?)
¿Y esta, qué tal? El que dijo que las terceras partes nunca eran buenas estaba puro dando jugo, encuentro yo. Claro, porque esta es otra de las terceras partes maestras que se unen a la lista de terceras partes maestras: El Padrino III, Superman Tres, Alien3, Batman Forever y Hierro 3. Todas maestras. Y esta sí que la embarra. Ya, partieron a leer.
© Hermes